Dios en el Judaísmo

Dios en el Judaísmo

Los judíos creen en un Dios que es Allah, y creen que Dios es el Creador de todas las cosas sin socio, no tiene semejante, no se puede verlo porque está invisible a su creatura, y en el Deuteronomio encuentras pruebas bíblicas de la uniformidad  en el versículo:

"Escucha, oh Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor es uno" (Deuteronomio 6: 4).

La creencia en Dios para todos los Profetas de los hijos de Israel a partir de Abraham, Moisés, y incluso David y Salomón es: Allah es el Dios único, no tiene ningún semejante, no se ve, no come ni bebe ni duerme, y no tiene socio, es Él quien creó todo, los ángeles Lo teman, y someten a Sus nombres todas las criaturas.

Esta es la verdadera doctrina revelada por Dios Todopoderoso a los Profetas de los hijos de Israel, pero después de haber sido expuesta a la distorsión por los rabinos, encuentras cada vez más en las líneas de la Tora palabras incompatibles con la santidad de Dios, a veces se lee que Dios se enfada y, a veces, parece que la gente hizo el malo ante los ojos del Señor, y se convirtió el Dios, en la Tora, en uno que no duda en luchar con uno de los seres humanos, se enfada, tiene celos, amonesta, y incluso envía Sus flechas a los pechos de Su pueblo elegido.

Esto refleja, en general, que los rabinos y los escritores del Antiguo Testamento se vieron influidos por las creencias que precedieron a la aparición de los profetas de Israel, lo que les hizo parecerse Allah a ese dios primitivo tribal antiguo que fue como los seres humanos, ama y odia, siente triste y celoso, lucha con manos, y exige su parte de la carne, la grasa y la vivienda como toda la gente, como nos recuerda, en varios ocasiones, los textos de la Tora…!

Y el nombre de Dios en el Judaísmo refleja una confusión severa, ellos lo llaman "Elohim", y esto es plural, significa "dioses" y no un solo Dios, y hacen eso a pesar de que han reconocido en este período la uniformidad de Dios, Sin embargo, sus cultura sigue siendo incapaz de evitar los efectos del pluralismo, que tomó el control de sus creencias antes de la llegada de los Profetas.

En otro periodo, lo hijos de Israel evitan de pronunciar el nombre de Dios, lo escriben “Jehová” y lo pronuncian “Adonai” que significa “Señor”, o lo pronuncian “Hashem” es decir “Nombre”, y hacen eso purificándole al nombre de Dios de ser pronunciado por sus lenguas.

En conclusión, los hijos de Israel, a pesar de que se extravían, y de estar lejos de lo que fue revelado a ellos en la Tora, adoran al único Dios, y no lo asocian nada.